En esta oportunidad les presentamos toda la información sobre el monstruo de Gila, el más venenoso de todos los reptiles de América del norte.
El monstruo de Gila (Heloderma suspectum) se halla en México (Sonora y Sinaloa) y Estados Unidos (Nevada, California y Arizona).
Estas especies viven en madrigueras que excavan ellos mismos u ocupan otras que están abandonadas.
Es un reptil activo desde la llegada del atardecer, hasta las primeras horas de la mañana. Son animales que evitan el sol y los calores extremos.
Pueden estar sin salir de sus guaridas por varios días y aún semanas. Cuándo resuelven abandonar sus madrigueras lo hacen en días lluviosos y siempre de noche.
Las dos únicas especies de lagartos venenosos que se pueden hallar son: el monstruo de Gila y el lagarto de cuencas.
El monstruo de Gila posee un cuerpo largo y robusto, su cola es corta y gruesa, la piel esta cubierta de escamas óseas y cuenta con bordes de varios colores (naranja, rosa, amarillo y negro). La barbilla, el cuello, la cabeza y las patas de estas especies son de color negro.
Las patas de este reptil son fuertes y pesadas; además cuentan con unas garras potentes. Es una especie de movimientos lentos.
El monstruo de Gila es solitario, aunque en pocas oportunidades puede compartir su guarida con otros de su misma especie.
No es un lagarto peligroso, a pesar de su mala reputación. El veneno que posee no podría matar a un ser humano. Solo inyecta su veneno si se siente amenazado.
El monstruo de Gila es un lagarto carnívoro, su alimentación se basa en: aves, insectos, roedores, huevos tanto de aves como de reptiles y carroña. Suelen subirse a los árboles o cactus para hallar huevos.
Durante el año, estas especies se alimentan de 5 a 10 veces; pero en el momento de comer, ingieren un tercio o el 50% de su maza corporal.
El secreto que posee para vivir tantos meses sin alimentarse se encuentra en su cola, ya que en ella es en donde acumula grasa.
Los sentidos del olfato y del gusto son los que le permiten a estos lagartos cazar a sus presas; pueden encontrar huevos que están enterrados a 15cm bajo la superficie de la tierra.
Al momento de cazar, estos reptiles se acercan sigilosamente y muerden a su presa antes que esta se escabulla. A los animales pequeños los tragan vivos, ya que el monstruo de Gila no mastica su comida; si su presa es más grande, la aplasta hasta matarla.
El monstruo de Gila es ovíparo. La reproducción de esta especie suele darse en el mes de mayo; el apareamiento dura alrededor de 30 minutos a 1 hora.
La hembra pone alrededor de 1 a 12 huevos ovalados, los cuales son depositados en un agujero que la propia madre cavo, luego los entierra.
La incubación dura aproximadamente de 9 a 10 meses, cuando las crías rompen el cascarón salen a la superficie arrastrándose. Son reptiles independientes desde que nacen; miden aproximadamente 10 centímetros.
Es una especie “casi amenazada”. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, admitió que la población de estos lagartos se ve afectada como resultado de la destrucción de su habitad para la edificación de viviendas y por su mercadeo ilegal para venderlas como mascotas exóticas.
Actualmente el monstruo de Gila se encuentra protegido en todos los estados en los que habita.